Maestro venezolano, ya no hay excusas, hemos llegado al final, este 28 de Julio cada educador venezolano tiene una cita con la historia, con su propia historia. Durante algunos segundos querido maestro permita que su conciencia dicte sus acciones, sea valiente. Apártese por un momento de la sumisión y la servidumbre que en los últimos tiempos han regido con mucha fuerza el accionar del magisterio venezolano. Es el momento, no hay actos administrativos, ni suspensiones de sueldo, ni ameanzas, ni manipulaciones emocionales de su vocación que le hagan ser dubitativo, no ese día. Usted maestro venezolano merece ejercer su profesión con dignidad. Respétese así mismo, respete su formación académica, valore sus esfuerzos y sacrificios. No tenga miedo pues bien dicen por ahí que "la noche es más oscura justo antes del amanecer"
Algunos buenos maestros confunden manipulados emocionalmente por un entorno laboral abusador y carente de empatia el compromiso y la ética profesional con la sumisión y servidumbre. Nada más lejos de la realidad. El 28 de julio tendrá usted que dar un paso al frente, no tiene que pedir permiso, no tiene que consultar con nadie, no requiere pedir aprobación de sus "superiores" pues el ejercicio del voto es un derecho y un deber. Es un compromiso ineludible. Es una batalla personal contra todo aquello que le ha oprimido en los últimos años, también es una batalla silenciosa, no necesita decir nada, no necesita justificarse, no necesita dar explicaciones a nadie. "el ser humano será libre en el momemnto justo que desee serlo"
Sepa usted querido maestro que en la Venezuela de hoy hay un secreto a voces que recorre calles, pueblos y cacerios, una realidad que sacude los cimientos de nuestra sociedad y que invita a la familia venezolana a reflexionar. En este instante el maestro venezolano se encuentra en lo más profundo
de la desesperanza, la tristeza arremete con mucha fuerza en su corazón, el miedo en algunos los paraliza, la duda, en otros los retrasa, la incertidumbre hace estragos en los corazones de cada maestro de a pie, en cada educador nacido en
esta hermosa tierra de gracia. El 28 de julio usted tiene en sus propias manos la oportunidad de cambiar esa realidad.
Muchas familias en su quehacer diario, en ese ajetreo de la cotidianidad desconocen como el desaliento y la fe perdida golpea al maestro venezolano con
mucha fuerza. Hoy más que nunca su rostro, que alguna vez fue el reflejo de la esperanza para miles de niños y jóvenes, hoy sólo refleja el silencio ensordecedor de una sociedad que le ha dado la espalda. Sin embargo, hoy más que nunca podemos afirmar que quienes oprimen y golpean al maestro no tuviesen tanta fuerza si no contasen con el apoyo (concientes o no) de algunos de los oprimidos. El 28J usted como maestro, pero sobre todo como venezolano tendrá que dar un paso al frente, no podrá evitar tal compromiso, pues el destino ha puesto en sus manos una decisión trascendental que cambiará para siempre su futuro personal y el de su nación.
Hoy
más que nunca debemos secar nuestras lagrimas, levantar el rostro y de la
manera más digna posible asumir el 28J como un gran reto, un gran desafío que la vida nos
presenta y debemos asumirlo con entereza, con gallardía. Después del 28J vendrán nuevos tiempos en el ejercicio de la praxis docente. Pronto llegará un nuevo
amanecer y se abrirá con paso firme en nuestra querida nación, se reflejará en nuestros ojos como la luz de la esperanza, la luz de la libertad.
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