PROFE KIKE

LA RUTINA DEL TRABAJO DE AULA E l trabajo a  per se  tiene un gran impacto en la vida del ser humano, quizás muchos no lo noten, ni siquiera se den cuenta de los beneficios del mismo.  Hay estudios comprobados que demuestran fehacientemente que dependiendo del quehacer diario dependerá la tan ansiada longevidad.  La rutina genera ruido e inconformidad en cuanto su estructura. No necesita que se acabe, necesita mejorarse. Si tengo por rutina una lluvia de besos y abrazos, por ejemplo, no quisiera que se acabara, en todo caso, puede cada cierto tiempo, hacer “ajustes” y potenciar sus beneficios.  Lo mismo sucede en la escuela. Sólo es cuestión de querer mejorar y crecer. Docentes y estudiantes cada uno en su rol, deben tener la buena voluntad para aportar elementos que enriquezcan la praxis escolar.

LA CREATIVIDAD EN EL DISCENTE No siempre, se supone que así debe ser, que la escuela aporta esos dos elementos en el quehacer diario, sin embargo, en la sociedad venezolana confluyen una innumerable cantidad de factores que condicionan mucho a los actores del proceso educativo.  Situaciones socio-afectivas y socio-económicas son aspectos de considerable peso a la hora de analizar la realidad que se vive dentro de las aulas de clases. La alegría la ponen los chicos, sin embargo, a pesar que la sociedad venezolana siempre se ha caracterizado por la solidaridad y el trabajo en equipo, en nuestras escuelas aún está lejos de alcanzar su estado óptimo.   Hay mucho por aprender y mucho por hacer en nuestro país. Cada uno de los actores del proceso educativo debe aportar desde su rol y perspectiva elementos que nos ayuden al crecimiento en colectivo.