Es el momento perfecto para agradecer a Dios la experiencia vivida. Ha sido un año escolar con enormes obstáculos y dificultades; pero también es el momento ideal para asumir desafíos, retos que meses atrás hubiese sido imposible siquiera pensarlos, ahora corresponde, obliga, nos interesa en gran medida que sus hijos lo lleven a cabo en la praxis de sus vidas. Sin tener la certeza de lo que se asoma en el horizonte, les invito a no sentir miedo, confien en sus hijos, en sus talentos, en los valores inculcados en el hogar, aunque hayan dudas, no pueden dar marcha atrás,. Sus hijos necesitan de ustedes, de su familia. Cada uno necesita sentir en los suyos el apoyo incondicional que los lleve a alcanzar sus metas y anhelos, cada uno con sus potencialidades y capacidades, sólo así encontrarán en el camino de la vida ese rayo de luz llamado felicidad. Es un mundo cambiante e inequívocamente desafiante en todos los sentidos. Es tiempo de lucha, de sacrificio, de entrega; pero también es ti
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