SIN MAESTROS ESTA SERÍA TU FIRMA Una sociedad que le da la espalda a la educación tendrá que transitar irremediablemente el oscuro camino de la ignorancia y sólo le acompañará ese silencio cómplice y ensordecedor que hoy muchos expresan con frialdad ante aquel que alguna vez les mostró el sendero de la palabra escrita y les llevó a alcanzar con gloria la cúspide del conocimiento. Cuántas veces ustedes periodistas, empresarios, abogados, ingenieros, arquitectos, políticos, de pequeños regresaron a su hogar con una sonrisa radiante ante la palabra leída. Cuántos de ustedes que hoy guardan silencio ante la tragedia de la educación mostraron de niño esa felicidad suprema e indescriptible al escribir por primera vez su nombre. Pienso en todos aquellos hombres y mujeres que de niños le decían por equivocación mamá o papá a su maestra o maestro siempre con las sonrisas cómplices de sus compañeros. Así de grande era el amor por su maestro. Cuántos de ustedes hoy bajan la mirada ante la i
VISITAS
un espacio para la reflexión educativa