Los beneficios son muchos y no hablo desde el punto de vista de la salud, sino desde el punto de vista de lo socio-afectivo.
En un época en donde los padres trabajan hasta muy tarde, los jóvenes tienen en el comedor escolar un espacio ideal para socializar, compartir y desarrollar lazos de fraternidad bien sólidos.
El comedor escolar pese a sus debilidades estructurales, que los tiene, representa un beneficio de primer orden para el estudiante. Por esta razón es preponderante los aportes del Docente de Aula. Orientar el uso de los cubiertos, la posición de las manos, el como sentarse, el tono de voz a utilizar en ese tipo de ambientes, en fin, son innumerables los aspectos que pueden abordarse desde el "acompañamiento pedagógico" al educando.
No hay sociedad que pueda avanzar sin el concurso de sus conciudadanos, imposible delegar en otros lo que por ética estamos llamados a hacer cada uno desde su ámbito y rol social.
Este servicio social es poco valorado por los propios educandos. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde
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