Toda sociedad sufre en su evolución procesos de cambio, algunos para bien, otros no tanto, sin embargo, es inevitable que las sociedades avancen hacia su propio destino; pero... ¿Qué aportes damos en materia educativa a favor de un ciudadano con conciencia social y no de uno con actitud servil y obediente?, ¿realmente en la praxis educativa fomentamos el desarrollo de ciudadanos que sepan discernir entre lo bueno y lo malo?
Pienso que nuestra labor docente tiene una grado de responsabilidad superlativo en el progreso o retroceso de las sociedades. Terrible hacerse la idea de educandos que no puedan cuestionar ni una sola palabra de lo dicho por el docente, lamentable imaginarse un aula de clase en donde el docente siempre tenga la razón, peor aún, donde no se pueda debatir una idea.
Resulta penoso, por decirlo menos, que niños y jóvenes se formen académicamente sin sentirse reflejado ante las realidades que le rodean. sin tomar postura ante situaciones que le circundan y que inexorablemente vivirá o sufrirá según la sociedad donde viva.
Es perturbador ver como nuestra juventud, esa generación en proceso de formación no muestran ninguna empatía por la realidad que le rodea, viven desprovistos peligrosamente de esa sensibilidad hacia el prójimo. Así pues, toca al maestro revertir este proceso de deshumanización que vemos hoy día en los más jóvenes, una esclavtud mental que pide a gritos un despertar en todos los sentidos, social, axiológico, espiritual.
También es menester del Docente alejar tanto como sea posible a los educandos de ese ámbito servil y obediente que erróneamente confundimos con ser "disciplinado" y acercarlo hasta donde la realidad lo permita a un mundo de conciencia, de valores humanos, sociales e incluso políticos que lo lleve a asumir un rol más protagónico como ciudadano. La esclavitud mental existe y hoy día nuestra sociedad la padece.
Todo ser humano merece vivir en libertad, no sólo física sino mental..!!!
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