VENEZUELA DECEMBRINA
Aunque muchos lo celebran pocos saben
que esta tradición es de origen nórdico, lo que si es cierto es que su
celebración llegó para quedarse y ya forma parte de la tradición decembrina
venezolana.
Ahora bien, que el espíritu de la navidad baje a la Tierra y visite a hombres y mujeres de buena voluntad, puede que muchos en este hermoso país no lo vean exactamente así. Si hay algo que caracteriza al venezolano es que asumimos las cosas a nuestra manera, le damos siempre un toque "especial" a aquello que más nos interesa.
Seguramente algunos le darán la bienvenida con velas rojas o doradas, otros, por el contrario, lo celebrarán con mucha música de aguinaldos y parrandas, seguro habrá quienes animados por los sueños y anhelos hagan su tradicional lista de peticiones para el venidero año, y no faltará quienes desde la oración y la reflexión introspectiva le den la bienvenida a tan noble espíritu, algo muy propio de un país con mucha fe como el nuestro.
Sea cual fuere el ritual, por así decirlo, estas navidades tienen un rasgo distintivo muy particular, casi único, la época más importante del año tiene un velo que le cubre y que no nos permite ver su brillo a plenitud. Cualquier persona más allá de su formación pero que viva en este país sabe perfectamente de lo que hago referencia. ¿Dónde está ese espíritu navideño que tanto orgullo nos hace sentir? ¿Dónde está esa alegría tan desbordante representativa por estos días?
Venezuela como un todo y en perfecta sinergia, cada año, en cada navidad, dejaba a la par de los regalos innumerables, siempre presentes, experiencias inolvidables, encuentros maravillosos, unión familiar, amistades consolidadas en el tiempo, en fin, cada experiencia era guardada celosamente en los corazones de los venezolanos para ser compartida y jocosamente alterada y ser tema central en la siguiente cena de nochebuena.
Como si fuese una película, poco a poco y sin darnos cuenta se nos ha despojado de la manera más cruel de todo aquello que nos identificaba en esta época. Cada rostro del niño que a su manera procesa el sufrimiento de todo un país, muestra silente una sentencia clara y contundente: Venezuela y el Espíritu de la Navidad ¿Dónde esta? nadie sabe, aunque todos tenemos la certeza de que algún día volverá.
Excelente reflexión ¡
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