Al bendecir se crea un hermoso y gran escudo de luz y de protección divina sobre la persona a la que estamos bendiciendo. Es conexión divina, de ahí la importancia siempre de bendecir con amor. Hoy en día pareciera lo común, lo cotidiano el maldecir, esa palabra, aunque pequeña, tiene un impacto muy destructivo en nuestras vidas y nos aleja de la posibilidad de crecer como personas. ¿Y si en lugar de maldecir aprendemos a bendecir? por eso....
Bendice tu día, a tu pareja, a tus hijos, a tu familia, a tus amigos, a tu país, a todo lo que haces, a tu dinero, sea mucho o sea poco. Detente un segundo y bendice a la persona que está cerca de ti, a tus vecinos, al preso, al que barre, al que limpia, al drogadicto y al alcohólico, al que ha perdido la fe y a quien se fortalece en ella.
Bendice tu cuerpo sin importar que en estos momentos esté enfermo o sano bendícelo y llénalo luz, de amor, de misericordia, de perdón para que esté sano. Bendice tus relaciones sin importar si te encuentras solo porque tú mismo te complementas.
Bendice tu trabajo ya sea que te paguen poco o mucho, porque al bendecirlo lo llenas de luz divina y de esa forma te estás preparando para algo mejor. tienes derecho a cosas maravillosas, sólo tienes que creerlo y sentirlo, adelante bendice.
Bendice tu existencia sin importarte que hayas vivido experiencias dolorosas, eso simplemente son acciones de vida para superar y crecer, ¡Así que Dios te bendiga y te proteja y el espíritu santo te llene de sabiduría y entendimiento y te guíe en cada paso de tu hermosa existencia amén.
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